lunes, 24 de agosto de 2009

u.u

la libreta junto a mi cama para anotar cosas cuando me levantaba, la canción de cocteau twins para bailar mientras me cambiaba, mi botellitas de tequila que tomaba mientras caminaba escandalizando a mis amigas, los cassets de joy division, the class y corcobado apilados en una repisa de mi improvisado closet y yo era feliz y a la vez muy infeliz formándome como persona... tuve 17 años y aún recuerdo el placer de contemplar el futuro con ojos ávidos de aventuras nuevas y la incertidumbre de no saber como ni por donde comenzar a hacerlo; aún me paraliza hacer planes y concebir proyectos.. lo más divertido era pensarlos y la parte aterradora de realizarlos.. mis libretas acompañaban mis trayectos al trabajo, la escuela y mis alejamientos; tenia una sombría manera de describirme y una rabia inmensa de no dejarme caer ni siquiera ante mi misma, a veces la arrogancia de esa primera edad solo se puede sentir tan intensamente A ESA edad.... leí en algún lado que después de cierto tiempo en nuestras vidas, lo primero es lo genuino y lo demás acaban siendo repeticiones de algo que hace mucho se ha esparcido; ahora que cada vez creo menos en lo eterno de lo vivo y de lo efímero del universo, me sonrío recordándome y pensar que me sobreviví ganando algo más de lucidez: gente ir y venir, promesas sin cumplir, cartas sobre la mesa y sorpresas inminentes han transcurrido junto conmigo y si bien no estoy conforme he aprendido a acariciar con mi pensamiento todo lo que soy, he sido y seré pase lo que pase...

1 comentario:

Anónimo dijo...

bien dicho marianita, bien escrito tambien pero sobre todo bien vivido;) pame