viernes, 16 de junio de 2017

I
Aplastante y descomunal vacío entre lo que soy y lo que siempre he querido ser; siempre falta energía para lo supremo, pero lo urgente se lleva todo, es trivial, nunca vital.

II
No olvido, voy entre las sombras persiguiendo a mi corazón, usando un pesado manto de deseos falsos cosidos con la palabra después que hiere cuando entra y sale de cada pedazo de letal mortaja a destiempo.

Hay que hablar del origen, de la incapacidad de comprender las despedidas, las súbitas y las que tiene suertes de tener espacio para que sucedan; nadie merece moverse con el peso de semejante ancla que surca tiempo perdido e irrecuperable.

Habría que preguntarles a los pájaros sus impulsos de migrar y lo natural de los que viven el rezago y como solos deciden como será su vida después de perder lo único que conocieron.

¿Por donde empezar? como todas las historias que recordamos, por lo que más ha hecho mella en el en la memoria.

¿Cómo seguir olvidando el impulso aprendido de las voces que no se pagan y no dicen nada?

¿Cómo se sortea la trampa de tener caminar por el propio pensamiento sin hacer un anuncio publico de cada pozo que se ha encontrado?

¿Cómo hacer que el recuerdo sea lo que siempre ha sido, herida o enemigo pero siempre propio, con bordes indefinidos compartido o cedido pero nunca un pulgar azul hacia arriba.

III

Miro el látigo de utilería que con tanto afán he tenido en mi mano y es solo una empuñadura sin distancia.

Hay que decir adios a los sueños con mucho sueño o solo mantenerlos a raya sin extrañar ese vacío creado entre el ser que es tan diferente de día a la noche, el de los ojos abiertos al de los ojos cerrados, de el actuar, al regocijo profundo de soñar despierto y convertir la vida en una distropía sin final y sin vida.

Los sueños con sueño calman, alimentan sin semilla no crecen ni nada, sólo son un boleto para la espera sin tregua y vivir no es un asunto de ellas.

Ha pasado el tornado de la primera juventud y no hay casi nada ya que extrañar y todo por conocer y reconocer